LA DEMOCRACIA NO ES EL VOTO. Clara Bredy

La Democracia no es el voto. El voto es un instrumento para garantizar la democracia. Sólo hay democracia si los derechos humanos están garantizados. 

¿Podemos decidir votando, eliminar la democracia? Radicalmente NO. 

Sin embargo es ésta la paradójica situación en la que nos encontramos, especialmente en Europa. Podemos escribir ríos de tinta sobre cómo hemos llegado hasta aquí, pero es donde nos encontramos. Aunque cuesta, y mucho, aceptarlo. Y aún más encontrar cómo revertir esta tendencia. 

Tenemos la responsabilidad de proteger la vida en democracia. A salvo de los iluminados del autoritarismo. Con nuestros cerebros resguardados de los bots ultras de las redes. 

Las razones de este riesgo de involución, son diversas, y entre las más relevantes están, la enorme frustración, por las dificultades para una vida autónoma por parte de las personas jóvenes, la creciente desigualdad y la sensación de abandono, además del incumplimiento de leyes garantistas de los derechos sociales, humanos y reproductivos, que son claramente boicoteadas en su puesta en marcha. 

Este panorama ofrece un caldo de cultivo propicio para que canalicen este dolor organizaciones altamente violentas y antidemocráticas. Que se mueven en la redes oscuras y que infestan las comunicaciones tecnológicas. Vienen avaladas por elementos filofascistas como Elon Musk (principal valedor de los regímenes autoritarios con su red X) o Steve Banon, entre otros. Y han catapultado como estrellas mediáticas a toda clase de "haters" institucionales (Trump, Milei, Bukele, Le Pen, Abascal, etc) y mediáticos youtubers antisistema (es decir, contra la democracia) que en pocos años han convertido el autoritarismo, el insulto, la misoginia, la violencia, el acoso y por encima de todo, la mentira, en un nuevo paradigma en la vida publica y sobre todo en la vida política. Siendo éste, el único modo de tratar con quien no piensa como ellos. Y a los que criminalizar, sin escatimar medios. 

Recientemente, por recomendación de mi querida amiga y colega María Ferraz, vi una serie, de seis episodios, titulada "La fiebre". Centrada en las estrategias (sobre todo las más perversas y de rabiosa actualidad) en la construcción de la Opinión Pública, desde la web oscura, los bots y mecanismos similares. Se explica cómo modificar y tensar la opinión de las mayorías. Y por tanto, cómo conseguir poder tomar cualquier decisión política, de acuerdo a lo que en cada momento se considera moralmente aceptable. Ahí está el quid de la cuestión..... Modificar la opinión pública para conseguir ejecutar políticas que pudieran parecer inaceptables (racistas, xenófobas, homófobas, inhumanas..) para convertirlas en populares y moralmente aceptables. Muchos conceptos en un solo párrafo: estrategia, opinión pública, decisión politica, moral.... 

En la serie se recurre a un modelo explicativo propuesto a finales de los años 80, por el politólogo norteamericano Joseph Overton, popularizado como "ventana de Overton", en el que se plantea cómo ideas políticas o de otra índole, consideradas inaceptables en un momento histórico, acaban siendo no sólo aceptables sino deseables en otro momento. Y viceversa.... Por ejemplo la consecución de un derecho fundamental y su supresión posterior, sin que se produzca ningún cataclismo social. 

Un ejemplo es la negación de la Violencia de Género en nuestro país, con casi 1300 mujeres asesinadas por su pareja o expareja en 20 años. Esta negación lleva, a la supresión de las Unidades de Atención contra la Violencia de Género y de las Concejalías de Igualdad en varios ayuntamientos y CCAA, gobernadas por pactos que están obstaculizando como parte de su ideario, la protección de los derechos de las mujeres, previamente conseguidos tras años de lucha y legalmente estabilizados como derechos democráticos. En Europa, en la misma línea trabajan, bien financiadas, más de 100 organizaciones contra los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, referidas el 16 de agosto en la publicación digital Contexto (ctxt). Para conseguir negar la evidencia se ha hecho un trabajo muy minucioso de victimización de los agresores. Una vez más a través de las redes que consumen los más jóvenes, que llegan a justificar en no pocos casos esta violencia. E incluso a ejercerla de manera alarmante. Así que, la mesa está servida para la involución. 

Otro triste ejemplo, lo ofreció, ayer mismo, el Ejecutivo Canario, tomando la decisión de prohibir a las ONGs acoger a ningún menor migrante rescatado que llegue a nuestras costas, sin autorización expresa del gobierno regional. 

Esto ha pasado de un extremo al otro de la "ventana". Ha ido de lo inaceptable o tabú, a lo discutible y de ahí a lo aceptable o sensato, que para muchos será popular y por tanto apto para ser aprobado políticamente. Es espeluznante. 

Así funciona la ventana de Overton 

En cuanto a cuáles son las normas moralmente aceptables, entiendo que son aquellas que, en una situación igual o equivalente, serían aplicables a quién dicta la norma. Dicho de otro modo, que nos parecería bien que nos fueran aplicadas a nosotros y a nuestros seres queridos. No hay más. Y si no es así, hay abuso en quien dicta esa norma y en quien a sabiendas de que es injusta la aplica.

También en los que callamos, otorgando.

Lo demás son excusas para justificar y aceptar lo inaceptable. 




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