ENVEJECER. Clara Bredy
En vísperas de mis 70 años cumplidos, sigo atenta a los regalos de vida que recibo cada día y los que están por venir. Como cada amanecer, cuando al despertar veo mi cara sonriente, en el pequeño espejo que me mira desde la mesilla.
Envejecer es una experiencia llena de sorpresas. Y no me refiero al miedo a lo que nos espera...ni a las limitaciones que conlleva en cuanto a salud y economía. De esas estamos avisadas, y como beneficiarias del Estado del Bienestar, los problemas de salud atendidos por el sistema público, a pesar de estar herido por la privatización, aún supone un importante nivel de protección. Esto acompañado de la pensión pública, de momento protegida, permite una cierta tranquilidad, a pesar de la ofensiva galopante de las derechas, cuyo objetivo es lucrarse con lo que tocan, a través de la privatización.
Las sorpresas inesperadas, vienen cuando descubres que, a la vez que vas experimentando tu vulnerabilidad, cada vez necesitas menos para vivir y además, tienes un tesoro enorme: tiempo. Para vivir lentamente y en profundidad las cosas sencillas y cotidianas, de las que en tiempos pasados ni siquiera habías tenido conciencia de que siempre estuvieron ahí.
Con 80 años, la actriz inglesa Helen Mirren, dice que "“Uno de los grandes dones de envejecer es descubrir el exquisito arte de estar sola. Lo que solía ser un silencio incómodo, ahora es un lujo. La casa es tranquila, y puedo bailar en la cocina sin ser juzgada o simplemente no hacer nada. Mi mejor compañía soy yo misma, con un café, una buena película y la libertad de ser, porque la soledad no es ausencia, es plenitud y tranquilidad".
Por supuesto, que tener con quien contar, y a quien contarle, es importante, muy importante diría yo. Pero contar con nosotras mismas y con toda la experiencia que nos ha hecho más sabias, más libres, más auténticas y más genuinamente dueñas de nosotras, es imprescindible.
Me prometo estar atenta para no dejar escapar las sorpresas de vida que la vejez promete.
Gracias por hacerme recordar que cada momento de nuestras vidas está para sentirlos con todos los sentidos.
ResponderEliminarGracias, Clara. Esperanzador retrato del regalo que ofrecen los años. A pesar del edadismo y otros prejuicios
ResponderEliminarCómo siempre, tus textos ofrecen la serenidad de la sabiduría...
Magnífica, como siempre. Gracias por tus palabras llenas de sabiduría
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