NUESTRA SALUD EN MANOS DEL SESGO DE GÉNERO. Clara Bredy

La conmemoración del 8 de marzo tiene su origen en la manifestación reivindicativa de obreras textiles de Nueva York, pidiendo Pan y Rosas por las calles, en 1857. 
Quiero hoy referirme y celebrar otro 8 de marzo, en esta ocasión de 1910. Hasta esa fecha ninguna mujer en España pudo matricularse legalmente en una universidad. Las mujeres españolas tuvieron que esperar 7 siglos para ejercer este derecho, cuyo reconocimiento vino de la mano de la entonces Consejera de Instrucción Pública, doña Emilia Pardo Bazán.

Aunque las mujeres puedan matricularse en la universidad, a medida que ascienden en la carrrera científica se les bloquean los puestos de alta dirección, aún con expedientes más brillantes que sus compañeros. Recientemente ISGlobal informaba que habiendo paridad en los estudios de doctorado, sólo 2 de cada 10 mujeres superan el techo de cristal y consiguen llegar a ocupar a puestos de dirección.
Pues bien, en el area de Ciencias de la Salud, donde las mujeres son mayoría, por encima del 70%, ocurre exactamente lo mismo. El estudio "Científicas en cifras 2023", publicado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, nos muestra que 3 de cada 4 cátedras la ocupan hombres y solo un 20% de los rectorados los ocupan mujeres. Unido a que las mujeres tienen más problemas para conseguir finanaciación y reconocimiento en sus proyectos de investigación.

Una de las consecuencias de la ausencia de mujeres en los centros de poder donde se toman las decisiones respecto a las investigaciónes y protocolos de tratamiento que afectan a su salud, es que estas decisiones se ven atravesadas por la discriminación o sesgo de género, comprometiendo la salud y a veces la vida de las mujeres. 

Recientemente, médicas del Hospital Vall d´Hebron de Barcelona, señalaban que enfermedades como el ictus o el infarto están infradiagnosticadas en las mujeres. La doctora Rubiera, neuróloga de la Unidad de Ictus indica que esto ocurre a pesar de que es hoy, la primera causa de muerte en mujeres, aunque la prevalencia sea igual en ambos sexos. Y que las mujeres tienen el doble de riesgo de muerte por infarto (18% mujeres / 9% hombres) según se desprende del estudio de la Sociedad Española de Cardiología en el que la doctora Rubiera participó. Ella afirma que la mayor mortalidad en mujeres está asociada a una menor detección, y a que los estudios demuestran que las mujeres reciben menos tratamiento , lo reciben más tarde y se quejan menos. Tanto esta doctora como su compañera la cardióloga Antonia Sambola, adjunta de la Unidad de Coronarias afirman que, a pesar de que tanto en el ictus como en el infarto, la edad de las mujeres de media es mayor que la de los hombres, en la investigación descubrieron que este no era el principal motivo, sino más bien la banalización de los síntomas cuando es una mujer la que requiere asistencia. Al año mueren en España 6000 mujeres más que hombres por enfermedad cardiovascular. Es la primera causa de muerte en mujeres. 

El estudio informa en cuanto a los ensayos clínicos, la ausencia de paridad en la población de los ensayos, en todas las áreas de investigación, con un 70% de hombres y un 30% de mujeres de media. Si bien los resultados se aplican a ambos por igual, con una evidente distorsión negativa de los efectos sobre las mujeres. De ahí que en muchos tratamientos, incluida la quimioterapia, los efectos adversos sobre las mujeres sean porcentualmente más elevados que en los hombres. 

Además de este estudio, el grupo MUEjeres de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias en 2023 puso sobre la mesa el sesgo de género en la mayor gravedad con que las patologías como ictus, fibrilacion auricular o síndrome coronario agudo,afectan a las mujeres. 

En cuanto a temas como la violencia obstétrica, cuestiones vinculadas a la reproducción, la violencia de género, el dolor crónico, el abordaje con perspectiva de género de las enfermedades cardiovasculares, etc. están muy sesgados porque no son de interés para los investigadores, que en su mayoría son hombres, elegidos por hombres en tribunales no paritarios. 

Es imprescindible que en los ámbitos de poder y toma de decisiones se aplique la perspectiva de género garantizando su aplicación en la asistencia y la investigación, en un camino sin vuelta atrás, de aplicación de políticas de igualdad también en Sanidad. 


Comentarios

  1. Nosotras callamos, resistimos, cuidamos y encima no se nos tiene en cuenta. Gracias Clara por visibilizarlo

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