YO, INTENSA. Clara Bredy

Como preámbulo me pido la acertada frase "Amor no quita conocimiento"

Y según lo previsto, se cerró el círculo premonitorio....

Cuando tenía 12 años, en medio de una apasionada discusión en la que yo sostenía la idea de que la religión usaba el miedo a lo desconocido y la culpa para controlar la mente de las personas, mi padre, que conducía el coche en que íbamos solos él y yo, se detiene en el arcén, gira la cabeza y me dice: "señorita, tenga razón o no, voy a decirle algo que no debe olvidar. Si usted no aprende desde ahora a ser dócil y obediente, ningún hombre la va a querer. Y si la quiere, no la va a aceptar"

Aquella sentencia, dictada por un hombre elogiado y altamente reconocido en su entorno profesional, experto en neurociencias, por la que señalaba a su hija de 12 años que para ser querida y aceptada por un hombre, el camino era el sometimiento, es cierto que me marcó para siempre. 
Viniendo de mi padre que reclamaba la duda cartesiana como principio en el discurso, lo que implicaba que toda creencia que no aceptara la mínima posibilidad de cuestionamiento o incertidumbre, debería der considerada falsa, el que mi padre me orientara a la docilidad como método de aceptación social, para que pudiera ser amada, me pareció aberrante.

La sentencia efectivamente me marcó, pero en el sentido de que nunca, jamás, iba a dejar de lado mi ser, mi pasión, mi intensidad y mis convicciones. Nunca dejaría de mostrarme tal cual era. Y por supuesto, ser dócil u obediente no formaría parte de mi vida. 

Con el pasar de los años, he descubierto que las mujeres intensas, en demasiadas ocasiones, nos convertimos en deseables para hombres cuya fantasía es conquistarnos para someternos. Luego, su interés decae y acabamos estorbando.
Aunque me duele reconocerlo, me he visto en alguna relación ocultando mis capacidades y competencias para que él se sintiera más valorado y considerado. He llegado a conformarme y a adaptarme para sobrevivir en relaciones que deberían haber acabado mucho antes. Sin darme casi cuenta de que me iba apagando y degradando. 

Por suerte, y también por valentía, he tenido una vida llena de amores intensos, plenos y arriesgados. También de miedo al abandono y de abandonos dolorosos. El último amor y abandono fue el más largo e intenso, lleno de esperanza y de ilusiones. Fue el que rompió mi alma de cristal. 

A pesar de tanto sufrimiento, sé que soy una mujer luminosa, con el poder que me da una curiosidad sin límite por las cosas y las personas que la despiertan. 

Cuando yo ya no esté, sabré, sabrán, que llegué a la meta habiendo pensado, creado, amado y creído intensamente. En resumen, sabiendo qué es la felicidad plena. Esta vida me habrá merecido la pena. 

Ayer, tras 8 meses esperando la respuesta a la razón de su desamor, el hombre al que amé, con el que creé una vida buena y en el que confié durante 22 años, decidió darme la respuesta. Ésto me dijo:
"He decidido quitarme esta carga y decirte porqué me desenamoré de ti. Me cuesta decírtelo, pero la razón eres tú. Quién eres, lo que tú eres, tu manera de estar en el mundo. En resumen: tu intensidad. Aunque consiguiera  mis objetivos apoyado por tu fuerza y tu energía, pasé de admirarte a evitarte, a no sopotarte. Por eso me alejé de ti. Era demasiado para mi. Al fin y al cabo, yo soy un hombre tranquilo... "

Aceptaré con serenidad este escenario increíble para mi, evitando por encima de todo perderme a mi misma y respetando lo que soy: Una mujer intensa y libre. 


Comentarios

  1. ¡Que vivan las mujeres intensas! El mundo sería un lugar mucho mejor con más mujeres como tú en él. Y de ellos... qué decir... cobardía, egoísmo y machismo, un cóctel demasiado insostenible y, en demasiadas ocasiones, muy dañino. Que ellos se queden con eso, que nosotras estamos encantadas con la intensidad! Un abrazo enorme y gracias por tus textos tan inspiradores y tan acordes con la realidad de tantas mujeres.

    ResponderEliminar
  2. Magnífico relato.....
    Evocador..... mis respetos y admiración.

    ResponderEliminar
  3. Que maravilla leerte!!! Y que suerte siento de habernos encontrado en este camino ♥️

    ResponderEliminar
  4. Magnífica, como siempre. Tú eres tú, intensa, apasionada, tierna y, a veces alocada. Te quiero, te queremos tal cual eres.

    ResponderEliminar
  5. Me encanta como eres. Nadie mejor que tú te describe! Curioso y penoso que no puedan con ello…

    ResponderEliminar
  6. Me siento que estorbo, muchas veces.. y se me pide ser "modesta" con mis logros.. No lo hago jaja...pero no mola. Me ha gustado leerte de intensa a intensa...

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

ABRAZAR LA VEJEZ. Clara Bredy

FUEGO y FALTA DE PUDOR. Clara Bredy

EL ELEFANTE EN MI SILLÓN. Clara Bredy