BRASIL EN EL CORAZÓN. Clara Bredy

BRASIL EN EL CORAZÓN 

"Las nubes cubrieron el cielo hasta que empezó a caer una fuerte lluvia. Ni un pedacito de azul. El viento sacudía los árboles y los hombres semidesnudos temblaban. Gotas de agua caían de las hojas y se deslizaban por los hombres. 

Solo los burros parecían insensibles a la lluvia". 

                Jorge Amado, novela Cacao, 1933

     

 

En mis ensueños, Brasil fue siempre un lugar para imaginar, mirar y escuchar. Entre los 15 y los 18 años desperté a la intensidad con él. Hizo el milagro de ampliar mi visión del mundo, sin salir de mi habitación. Me bastaba mirar al cielo en las noches sin luna. 

Al amparo de las novelas, leidas una y mil veces "Gabriela clavo y canela" y "Doña Flor y sus dos maridos" de Jorge Amado, del que más tarde descubrí su literatura social con "Cacao", con las que viajaba y me embebía. A la vez, en plena crisis de fe, me iba impregnando (a escondidas) de las enseñanzas de los teólogos revolucionarios de la liberación Leonardo Boff y Helder Cámara. Con estas compañias y la de Federico Engels disfruté en la intimidad, de un universo infinito, mientras escuchaba la música embriagadora de la samba, la bossa nova, y otros tantos ritmos, con Chico Buarque, Vinicius de Moraes, Elis Regina, Toquinho, Gal Costa, Caetano Veloso, Milton Nascimento y Maria Betania. Esa música dió forma a mi modo de vivir el cuerpo y la sensualidad de la piel, de los olores, de los recodos infinitos de todos mis sentidos. 

Así transcurrieron esos últimos años de mi adolescencia. Estuve bien acompañada en mi elegida soledad. Tengo la certeza de que ahí se fraguó mi debilidad amorosa por la lengua portuguesa. Debilidad que por cierto sigue más viva que nunca. 

Hoy 2 de octubre dejo mis lágrimas por Brasil. 

Por duro que resulte aceptarlo. La esperanza de vida buena que representa Lula Da Silva y su proyecto político, se perdió en la primera vuelta de las elecciones el 2 de octubre. Ese día el fascismo tras una campaña feroz, incluidos los 500 días de cárcel a Lula, siendo inocente, y el golpe de estado a Dilma Rousseff, como mínimo, sembró la duda sobre la honorabilidad de las líderes del PT y en particular de Lula da Silva. Los bulos fraguaron y se hicieron con la opinión pública, gracias a la ingente cantidad de dinero invertido por las empresas afines a los depredadores que sostienen a Bolsonaro, en estrategias digitales de manipulación masiva. 

El fascismo ganó de nuevo en Brasil. 

Lula tuvo más votos en la primera vuelta y por eso ganó formalmente. Esto no significa que tendrá el poder de gobernar, ejecutar y legislar, aun cuando gane la segunda vuelta que se celebra hoy 30 de octubre. 

Hay un dato que para mi resulta escalofriante. El diputado que más votos recibió en la primera vuelta fue el militar que dirigía el ministerio de salud durante la pandemia. Eduardo Pazuelos, 200mil votos. En el país que tiene el porcentaje más alto del mundo de muertes por Covid. Cuando incluso el congreso recriminó a Bolsonaro y su ministro de salud, el negacionismo, ante el drama de un país que enterraba de noche y a escondidas a los muertos por Covid. 

Así está el destrozo mental que ha hecho el fascismo en Brasil. 

El escenario resultante de la primera vuelta dejó al Congreso, al poder Ejecutivo y ni más ni menos que al poder Legislativo en manos del fascismo. El vilipendiado, calumniado y procesado injustamente Lula Da Silva, y el partido de los trabajadores (PT) ganó en la mitad más 1 de los estados (14), con el 48,4% de los votos. Bolsonaro y el partido liberal (PL) en los otros 13 estados, incluido el distrito federal, Brasilia.

Si Lula gana la presidencia del país, no podrá gobernar de manera efectiva.

Bolsonaro desde la ultraderecha y sus partidos aliados de la derecha, los llamados Progresistas Republicanos (vaya nombre....) y Unión Brasil podrán en la cámara baja, sancionar leyes, aprobar o desechar los presupuestos, aparte de presidir el Congreso. Lo ha conseguido seduciendo a los líderes evangélicos con toda clase de prebendas, en un país donde esta corriente religiosa crece como la espuma. También incorporando en sus filas a candidatos que se autoproclamaban negros (1 de cada 5).

Sumemos a ésto, que la situación en el senado no es mejor. En la cámara alta, el 70% de los escaños los ocupa Bolsonaro y sus aliados. ¿Alguien considera que Lula puede gobernar asi? 

A pesar de que Lula pueda conseguir la Presidencia con pactos del espectro de la derecha, en las regiones más empobrecidas de la zona norte de Brasil donde es fuerte el voto al PT, a pesar de que gane en Minas Gerais (que como Asturias en España u Ohio en USA, son regiones o estados, inequívocamente indicadores del ganador. Dado que en las elecciones siempre han coincidido los resultados allí, con los del país) y aún cuando el 20% de abstención de la primera vuelta se volcara en Lula, la opción de vida para Brasil, es sombría. 

Mi impresión es que con Lula presidente la derecha destruirá aún más su imagen, la de Dilma Russeff y la del PT, impidiendo que sus políticas públicas de protección social, de la diversidad y ambiental, puedan llevarse adelante.

Por supuesto que si Lula Da Silva gana las elecciones tendrá acceso a ámbitos de poder que hoy son inaccesibles, pero no podemos esperar lo que no se corresponde con los que hoy ocupan los poderes del estado, que están al servicio del negacionismo científico, la deforestación ilegal de la Amazonia, las granjas intensivas de explotación y tortura de ganado para su exportación, la explotación ilegal de minerales en zonas protegidas, el exterminio indígena, la homofobia, la transfobia, la misoginia, el antifeminismo y el odio a las personas pobres. 

Ojalá gane la presidencia Lula da Silva. Pero seamos conscientes de que la gobernabilidad de Brasil será muy complicada para que sea compatible con la vida.