EL ELEFANTE EN MI SILLÓN. Clara Bredy
Ya lo tenemos donde quería estar. El elefante entró en la cacharrería, y los cacharros son nuestros derechos y libertades. Le abrimos la puerta de nuestra casa, de cada uno de los templos donde ha de habitar la democracia, y raudamente ha ocupado el sillón más cómodo para servirse de ella mientras la destruye. Y ahora sí que de ese sillón no lo podemos sacar, so pena de morir en el intento. El próximo 1 de diciembre hará 50 años que pisé por vez primera la Facultad de Químicas de la Universidad de La Laguna. Aquel curso en el que no hubo clase por la huelga de los profesores no numerarios que tenían unos salarios similares a l@s profes asociados de hoy, es decir, de miseria. Pues bien, en estos años, siendo un mujer racializada, sólo había sido víctima de agresiones racistas en los últimos años, y siempre en Madrid. La situación ahora es muy distinta, ya que estoy siendo violentada en lo que hasta ahora era mi zona de confort, Tegueste y La Laguna. En alguna cafetería, supermercado